Un hombre impone la ley (1969)

El mariscal Flagg, un anciano agente de la ley a punto de jubilarse, se entera de que su antiguo némesis, el forajido McKay, está de regreso en la zona y planea un robo. Flagg, que sale a cazar a McKay, es capturado por la pandilla de McKay y descubre que McKay ya no es el líder de la pandilla, sino que el nuevo líder, un joven llamado Waco, lo considera solo una reliquia envejecida. Waco le ordena a McKay que dispare a Flagg, y cuando McKay se niega, Waco los abandona a ambos. Luego, Flagg lleva a McKay de regreso a la ciudad solo para descubrir que ha sido "retirado", y cuando ve cuán despistados e incompetentes son el nuevo mariscal y los padres de la ciudad, convence a McKay de que depende de ellos dos detenerse. Waco y su pandilla asolan la ciudad.