Un camino para dos (1967)

Joanna y su esposo arquitecto, Mark Wallace, han estado casados ​​durante una década y su relación se ha vuelto muy difícil. Mientras conducen desde su casa de Londres a St. Tropez para la inauguración de una casa que Mark ha diseñado para sus clientes, Maurice y Francoise Dalbret, recuerdan los eventos, tanto felices como tristes, que tampoco hasta este momento. En un flashback, la pareja recuerda su primer encuentro y los momentos memorables de su noviazgo y su vida matrimonial temprana, así como las tensiones que ambos sintieron y que los llevaron a tener aventuras extramatrimoniales. Con una excelente partitura de Henry Mancini, esta película de Stanley Donnen, muy querida, es una historia brillante efervescente que trata de una manera atípica de las películas de esta época, mostrando tanto la alegría como el patetismo del amor.