Adelaide (1992)

Clara es una mujer conocida por su belleza, su inteligencia y su espíritu. Amado y admirado por todos, pensando ya con terror en el momento de su decadencia. Por eso elige a un joven amante, Federico, con la intención de hacer feliz a un hombre. Él tendrá todo para ella, aprenderá de ella todo, el amor por la vida, incluso cuando ella ya no sea tan deseable. Todo va bien hasta la muerte del capitán Koller, el marido de Clara. Recién terminado el período de luto, la mujer decide, contra todo convencionalismo, regularizar su situación y casarse con Federico. "Llegaron a los misterios de la luz que nunca nadie hubiera podido imaginar...". La película se rodó principalmente en Ariccia, en provincia de Roma, en el Palazzo Chigi.