Mis mujeres y yo (2000)

Monte Peterson, un rico promotor inmobiliario, está pasando por su tercer divorcio. Su amigo Ray ha encontrado un buen sitio para una estación de esquí en Utah, y Monte llega a ofertar por el terreno, compitiendo con el banquero local Preston Gates. Monte sabía que, para tomar posesión de la tierra, tendría que convertirse a la religión local, una especie de cruce entre el mormonismo y el amish (no fumar, no beber, se fomenta la bigamia y la vida/vestimenta sencilla). Lo que no sabía era que la escritura de la tierra también incluía a las tres esposas del ex propietario fallecido. También compra otra parcela y las dos esposas que la acompañan, en parte porque son mucho mejores cocineras. Gates, mientras tanto, quiere el terreno para construir un casino indio y está mezclado con algunos mafiosos. Hay un viaje a Las Vegas, un seminario de empoderamiento femenino, una fuga de la cárcel y otras complicaciones demasiado absurdas para mencionarlas.