El abanico de Lady Windermere (1944)

Lord Windermere aparece ante todos, incluida su joven esposa Margaret, como el marido perfecto. Pero su feliz matrimonio corre peligro cuando Lord Windermere comienza a pasar las tardes con una aventurera que se abre camino en la alta sociedad londinense, la Sra. Erlynne. Peor aún, Windermere le da grandes sumas de dinero. Para colmo, le pide a su esposa que invite a la detestable mujer a su propia fiesta de cumpleaños. Molesta e indignada, la puritana Lady Windermere decide dejar a su marido y se dirige a Lord Robert Darlington, quien la corteja desde hace algún tiempo. Desafortunadamente, deja su abanico, el que Robert le ofreció para su cumpleaños, en la casa de Robert.