Some Voices (2000)

El personaje central de la película, Ray (Daniel Craig), tiene esquizofrenia. La historia comienza con el alta de Ray del hospital psiquiátrico. El devoto hermano de Ray, Pete (David Morrissey), lo recoge y lo lleva a su nueva morada, la habitación de repuesto en el departamento de Pete en el oeste de Londres. Pete es un chef que trabaja largas horas en la cafetería (una tradicional 'cuchara grasienta' durante el día y un restaurante moderno en la noche) que heredó de su padre. Ahora tiene que encontrar el tiempo para cuidar de Ray y controlar la medicación que controla las voces en su cabeza. Ray es un joven inteligente y extrovertido. Pronto se enamora de Laura (Kelly Macdonald), una chica de Glasgow que está rompiendo con su novio abusivo (Peter McDonald). Laura se siente atraída por Ray debido a su espontaneidad y su sentido infantil de diversión. Alrededor de este tiempo, Pete también se involucra en una relación con Mandy (Julie Graham). A medida que la relación de Ray florece, comienza a resentirse a tomar sus pastillas, y prefiere confiar en las propiedades calmantes del amor. Con el tiempo, esta decisión tiene efectos desastrosos en las tres relaciones: la relación entre los hermanos, Ray y Laura, y Pete y Mandy. Ray puede causar trastornos, preocupación y angustia a quienes están cerca de él, pero eso es solo una fracción de la angustia que su condición le causa. Al final, es la relación entre los hermanos lo que es fundamental para la película. Pete es sufridor pero, a pesar de toda su frustración y resentimiento, su compromiso amoroso evita que su hermano sufra graves daños.