Want allen hebben gezondigd (1961)

Al final de la Segunda Guerra Mundial, Bélgica es ocupada por los alemanes y bombardeada por los aliados. El SS Sturmbannfüher Karl Wirtmann se queja en Bruselas ante el poco impresionado almirante de que las fugas se producen sobre el Mar del Norte y se ofrece como voluntario para llevar al recién elogiado teniente de la Kriegsmarine, Heinz Von Lehndorff, a pasar sus vacaciones con su esposa. Se detienen en un pueblo costero y ven a algunos judíos que escapan de una redada nocturna y son escoltados por la resistencia. Heinz y su perro pastor ayudan de mala gana a capturar a todos menos a uno y al guía. Todos son llevados a la lujosa casa del notario local, donde incluso el cura participa en el juego de entretener a los nazis con la esperanza de evitar abusos ciudadanos. Mientras la esposa del notario exagera su astuta mano de anfitriona con dos sementales, su marido se marcha disgustado mientras Karl se vuelve provocativamente desagradable, interrogando a una judía atrapada mientras un hombre de negocios intenta sobornarlo para su liberación. Otros también se llevarán malas sorpresas cuando la resistencia intente un rescate.