Mi vida como una rata (2000)

El repartidor de Dublín Hubert Flynn se siente enardecido. A casa del pub, se acuesta; Mientras su molesta esposa, Conchita, mira, se convierte en una rata. Está irritada por lo desconsiderado que es: apenas toca su comida a la mañana siguiente y deja excrementos en los buenos tapetes. Con buscadores de curiosidad fuera del apartamento y una escritora en la puerta que ofrece ayudar a Conchita a convertir su historia en un libro, ella convoca una reunión familiar. Su hijo, hijo de un seminario, quiere matar a la rata; otros miembros de la familia son ambivalentes. Optan por arrojar a Hubert sobre la valla de una granja de gusanos. Navidad se acerca; un exorcismo está en las cartas, y el libro se convierte en el Santo Grial. ¿Qué hay de la conversión de Hubert?