Apariencias (2000)

Carmelo, de 30 años y extremadamente tímido, tiene dificultades para revelar sus sentimientos más íntimos a Verónica, su compañera de trabajo. Su mundo se derrumba cuando descubre que ella está comprometida con el arrogante yuppie Federico. Accidentalmente, ella lo ve manifestándose en un mitin gay donde accidentalmente se convierte en líder de esa causa. Por supuesto, Verónica asume que Carmelo es gay, y él aprovecha este malentendido para vencer su timidez y jugar un juego de mentiras que los llevará a un final de lo más impredecible.