Existo (1999)

En un mundo de estupidez del pensamiento poscrítico, el arte y el teatro están fuera de la ley. Solo quedan los artistas más valientes y rebeldes. Con esto viene la escena artística del inframundo, no muy diferente de los años de la prohibición del alcohol en Estados Unidos; y como entonces, algunos políticos y élites son buscadores de arte clandestino en la escena del arte clandestino. También están los más audaces de los artistas audaces que llevan su arte a la superficie con bombas de arte público. Estas bombas artísticas se enfrentan con toda la fuerza de la ley por temor a que estalle el libre pensamiento y la oscuridad de la democracia regrese al mundo.