Mannequins of Paris (1956)

Véronique Lanier dirige una de las casas de alta costura mejor valoradas de París. Su primer socio es su marido Pierre, que ha dejado de lado una prometedora carrera como artista para diseñar los estilos que hacen de su firma un éxito. El problema es que Véronique vive sólo para su trabajo y no se permite ni a ella ni a su marido un momento de respiro. En Cannes, Pierre conoce a Wanda, una joven cantante de ojos extraños y fascinantes. El marido frustrado se enamora de ella, pero poco a poco se da cuenta de que la criatura ligera y voluble no puede satisfacerlo. Véronique, sintiéndose miserable, comprende que está en el camino equivocado. Le promete a Pierre que se esforzará por conciliar el trabajo y la vida matrimonial. Véronique y Pierre volverán a vivir y trabajar juntos, perdonándose cada uno de sus faltas.