Whoever Dies, Dies in Pain (1998)

La policía decide allanar una casa de crack en el distrito Hochelaga/Maisonneuve de Montreal. Un equipo SWAT ingresa a las instalaciones seguido por un camarógrafo que filma para un programa de telerrealidad sobre policías; confían en que esta es una operación de rutina y todos los sospechosos serán arrestados sin problemas. Para su sorpresa, los drogadictos están igual de armados que ellos y se produce un tiroteo. En el caos, la policía se ve obligada a retirarse rápidamente, pero el camarógrafo y dos oficiales, uno gravemente herido, se quedan atrás y son tomados como rehenes. Llega la copia de seguridad, el edificio está completamente rodeado y los francotiradores se colocan en su lugar. Se intentan en vano negociaciones para la liberación de los rehenes. Durante las próximas 36 horas, los suministros para los drogadictos se agotan y la presión aumenta. Durante ese tiempo obligan al camarógrafo a grabar su versión de las cosas.