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Los sobrinos de Popeye practican su música y al final se columpian. Los acuesta con una historia superficial; ellos dicen sus oraciones y terminan bendiciendo a "todas las buenas personas que vienen a ver sus cuadros". Pero no están listos para dormir, así que se escabullen hacia sus instrumentos. Popeye confisca los instrumentos (incluso el piano) para poder dormir un poco. Los pequeños se dan cuenta rápidamente de que los objetos comunes de su dormitorio pueden usarse como instrumentos musicales y comienzan a columpiarse con todo lo que ven. Popeye no puede atraparlos en el acto; siempre están dormidos cuando él mira hacia adentro, incluso a través de la ventana o las tablas del piso. Saca su cama fuera del iris-out, pero ellos lo siguen y él corre por el pasillo del teatro.