El silencio (1998)

Debido a su don especial para identificar objetos por los sonidos que emiten, un joven ciego trabaja como afinador de instrumentos de cuerda en un pequeño pueblo de Tayikistán. Puede que esté ciego, pero eso no significa que no pueda ver. De camino al trabajo, podía comprobar la calidad del pan que venden las jóvenes de la calle con solo tocar sus mercancías. Su mundo se vuelve más colorido y pintoresco debido a su sensibilidad hacia el entorno. El único problema es que se deja tentar fácilmente por las actuaciones de los músicos callejeros y llega tarde al trabajo.