Trois de la Canebière (1955)

Toinet es un patrón que trabaja con su buena amiga Girelle. Su amistad es sólida y a menudo cantan juntos bajo el sol de Marsella. Los dos pescadores están enamorados de dos dependientas de floristería: para impresionarlas, se hacen pasar por ricos industriales, millonarios conserveros de sardinas; como las chicas no quieren ser menos que ellas, afirman ser estrellas de cine. Aprenden que sus pretendientes no son lo que se supone que deben ser: enfurecidos por esa impostura, piden a un anciano adinerado de barba gris que los corteja que encargue una enorme cantidad de sardinas enlatadas a los aspirantes a industriales.