Déjà vu (1999)

En algún lugar de un país subtropical, los visitantes blancos se agolpan alrededor de los trabajadores de las plantaciones de piel oscura que vacían sus cestas de cosecha.Se ven curiososcomo si quisiera probar la calidad de las hojas de té.En todas partes los turistas sacan sus cámaras, ya sea delante de grandes animales en libertad o de jinetes en camello,ya sea frente a cuerpos humanos decorados o frente a rutinas de trabajo diarias.De vez en cuando ellos mismos miran a la cámara.Para luego,para cuando muestren con orgullo sus hallazgos 'exóticos' en casa.Esta pose contiene un modelo de viajes y creación cinematográfica occidental que tiene más de un siglo de antigüedad.La mirada fascinada sobre los extranjeros los fija en marcos preformados.Lisl Ponger sigue el rastro de esa mirada tomando material de imágenes encontradas por aficionados y vinculándolos de nuevas maneras.Reúne sonidos de fondo atmosféricos y añade una serie de voces.Con una sutil distancia del primer plano visual,aquellas personas que en Occidente se presentan como mucho más homogéneas de lo que son tienen la palabra en los diversos idiomas del "otro".