Rendezvous (1976)

En una llameante madrugada de un agosto parisino donde las luces tenues de la noche luchan contra un nuevo día, un poderoso rugido mecánico rompe el silencio. Sin lugar a dudas, este es el sonido claro de un motor V-12 de Ferrari 275GTB acelerando y cambiando de marcha, ya que entra furiosamente en el túnel en Porte Dauphine. Del mismo modo, cuando sale a toda velocidad por la Avenue des Champs-Élysées, el conductor apunta a la Place de la Concorde y al Palais Garnier, cambiando en una loca carrera dentro del corazón del centro. A medida que el automóvil ingresa en los neumáticos chirriantes, los caminos resbaladizos estrechos y empedrados, dispersando palomas y peatones petrificados a lo largo del camino con su poderoso ruido, es evidente que esta aplastante y angustiosa carrera continúa su camino hacia Place Pigalle. Con el destino final en la Basilique du Sacré-Coeur y con una última horquilla ciega que podría hacer que el cabello se vuelva gris, el intrépido conductor llega al final de este viaje con alto nivel de adrenalina. Pero, ¿quién está esperando en la línea de meta?