Liebling, bring die Hühner ins Bett (2002)

Desde la agitada ciudad de Berlín hasta la tranquila región de Brandeburgo. La familia Teuffel acepta el desafío y se muda a Krummenwalde con sacos y bolsas. Allí, la madre Beate se hizo cargo de la gestión del manantial mineral local para sacar a la empresa del rojo. No es una tarea fácil, especialmente porque la comunidad del pueblo, especialmente el alcalde Gerd Jänicke, sospecha mucho de los recién llegados. Bernhard Möller, el exgerente de operaciones, tampoco está bien dispuesto hacia su nuevo jefe.