Spartan (2004)

En las operaciones especiales del gobierno de los EE. UU., Scott es un tirador, no un planificador, que hace el trabajo sin tener en cuenta las convenciones pintorescas u obsoletas. Cuando una estudiante de Harvard (hija de un líder estadounidense) desaparece, Scott aplica la presión, primero a su novio, luego a una madame cuyo cathouse es la parada inicial en el camino a una subasta de trata de blancas en Dubai. Es posible que los secuestradores no conozcan la identidad de la niña, pero una vez que lo descubren, está condenada. Traiciones mortales obligan a Scott a convertirse en planificador. A pesar de todo, los presentadores de noticias serios de la televisión leen las tonterías que les pasan.