Antes dame un beso (2003)

La realidad a veces se parece más a un cuento de hadas. Adele y Marcello estuvieron marcados por el destino al nacer: nacieron en el mismo momento el 16 de abril de 1927, entregados por sus madres a pocos centímetros uno del otro. A partir de ese momento, sus vidas estaban destinadas a entrelazarse. El narrador es Loris, su amiga unos años mayor, testigo de su romance temprano; de niños jugaban a los novios dentro de una pequeña capilla abandonada, jurando amor eterno e intercambiando anillos de goma hechos con una cámara de bicicleta. Sin embargo, no mucho después, los eventos de la Segunda Guerra Mundial los separan, pero su sueño continuará, alimentado por la esperanza y los recuerdos. Sus vidas discurren paralelas durante años, superponiéndose a veces por un destino que les permite rozarse unos segundos, unos metros o una palabra o dos.