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El 4 de noviembre de 1970, Walter Cronkite informó en The CBS Evening News sobre una horrible historia real que estaba a punto de sacudir al país: en el pequeño suburbio de Arcadia, en Los Ángeles, se descubrió a una niña de 13 años que todavía usaba pañales, apenas podía caminar y no podía hablar. Sus padres la mantuvieron en un aislamiento severo sin prácticamente ningún contacto humano durante más de 10 años, confinada en su dormitorio, atada a su bacinica y abandonada a su suerte. Como señaló Cronkite, fue uno de los casos más horrendos de abuso infantil que jamás hayan salido a la luz. Como un animal, la niña escupía, olfateaba y arañaba. No tenía ninguno de los rasgos o características del comportamiento humano convencional, ni podía comprender comodidades sociales modernas como los cubiertos o la etiqueta del baño. Su desarrollo emocional era prácticamente inexistente y no podía hablar. Esta desgarradora historia presentó al mundo a una adolescente frágil y hermosa que parecía y se comportaba como un bebé, o una niña salvaje.