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En julio de 1835, Donizetti debía haber puesto en escena la primera de las tres nuevas óperas para las que había firmado un contrato con la dirección del teatro San Carlo;pero las cosas,como suele suceder en el mundo de la ópera,no funcionó como el compositor pretendía.El tema, La novia de Lammermoor, de Walter Scott, había sido elegido hacía mucho tiempo, pero la dirección no había previsto que se escribiera el libreto para que pudiera ser leído y aprobado por la censura a principios de marzo.cuatro meses antes de la fecha prevista del estreno,como lo estipula el contrato.Al final de Mayo,a instancias urgentes del compositor,la redacción del libreto fue confiada a Salvatore Cammarano,destinado a convertirse en uno de los compañeros de trabajo favoritos del compositor: sin embargo, la fecha del estreno,inevitablemente,hubo que aplazar.Después de muchos problemas,Lucia di Lammermoor se representó por fin la tarde del 26 de septiembre de 1835.Su éxito superó incluso las expectativas más optimistas.La prensa también,al registrar el auténtico triunfo de la ópera,fue generoso en sus elogios.Los relatos de la época destacan un hecho: lo que triunfó la noche del 26 de septiembre de 1835 fue sobre todo la música de Donizetti,no los cantantes,excelente y "en las partes" como estaban.En esa noche memorable, todos se dieron cuenta de que Donizetti había creado una ópera de una calidad musical y una invención tan novedosas como nunca antes había logrado.capaz de comunicar sus valores con una inmediatez y una fuerza emotiva verdaderamente únicas.Desirée Rancatore,aquí debutando en el papel principal,demuestra estar más que a la altura de la tarea.