Valentín (2002)

En 1967 Buenos Aires, Valentín, de ocho años, vive solo con su pobre abuela paterna viuda. No ha visto a su madre desde que tenía tres años. Su abuela le dice que su madre le fue infiel a su padre. En cualquier caso, Valentín todavía la extraña. Su padre de mujer, Vincente, está ausente en su mayor parte como vendedor ambulante, quien parece más preocupado por su propia fortuna que enviar dinero a casa para cuidar de su madre y su hijo. Valentín tiene sueños como la mayoría de los jóvenes, siendo su principal ser un astronauta. Él cree que el trabajo que realiza construyendo modelos de cohetes y trajes espaciales ayudará al programa espacial de la NASA, y hace todo lo que puede, como caminar con zapatos pesados ​​para simular la gravedad cero y contener la respiración bajo el agua, en su búsqueda de convertirse El astronauta, a pesar de ser un poco bizco y miope, cree que no obstaculizará sus posibilidades. Pero sin darse cuenta realmente, quiere más que nada ser parte de una familia nuclear, con su padre en casa y que su padre se case con una mujer joven y bonita a la que puede llamar su madre. Él cree que la última novia de Vincente, Leticia, es esa mujer. En ausencia de una influencia masculina constante en el hogar, Valentín los busca, ya sea su tío Chiche quien visita desde Ushuaia, o Rufo, el pianista bohemio que vive al lado. Valentín trata de resolver lo que ve como los problemas en su vida con diversos grados de éxito, y llega a nuevos entendimientos que reconcilian lo que se le ha dicho inadvertidamente en el pasado y lo que ahora ve en la vida.