Tocando el cielo (2001)

Este documental sigue varias especies de aves migratorias durante un período de filmación de cuatro años. Estas aves viajan varios cientos, si no miles de millas, hacia el ecuador en otoño, y regresan a sus hogares de verano de latitudes más altas en la primavera, tomando siempre la misma ruta, utilizando los compases naturales del universo, las estrellas, para encuentra su camino Algunas especies, como el charrán ártico, incluso vuelan de polo a polo. Estos viajes largos y, a menudo, tortuosos son una cuestión de supervivencia, para vivir en un clima hospitalario y encontrar fuentes de alimento. Con la excepción de los pingüinos migratorios, el viaje sobre los océanos es especialmente difícil ya que las aves tienen poco refugio a menos que haya algo flotando en el agua, como un barco, en el cual aterrizar. De lo contrario deben seguir volando hasta llegar a tierra. Algunos no sobrevivirán a la migración debido a los depredadores, incluido el hombre, las enfermedades o lesiones. Si bien las migraciones se realizan en comunidad, una vez que las aves llegan a sus respectivos hogares de verano e invierno, se dispersan en unidades familiares. Y cada continente se ve afectado por la migración, ya que cada continente es el hogar, al menos parte del año, de una especie de ave migratoria.