Divan (2003)

Divan sigue el esfuerzo del cineasta por recuperar un telar familiar heredero de principios de siglo: un sofá. La cineasta viaja desde su lugar de nacimiento, la comunidad jasídica de Brooklyn, a sus orígenes en Hungría y en su regreso. El sofá, considerado sagrado porque ciertos rabinos jasídicos habían dormido en él, sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial y se encuentra en la casa del bisabuelo del cineasta en Rohod, una ciudad del noreste de Hungría. En la tradición de contar historias, el cineasta crea una parábola visual sobre la comunidad jasídica que dejó cuando era adolescente. Recorre el sofá a través de un paisaje peculiar poblado por Hasidim en Brooklyn, sobrevivientes del Holocausto y ex comunistas en Hungría y, finalmente, la próxima generación de judíos anteriormente hasídicos en los márgenes de sus comunidades en Nueva York e Israel.