Panenství a kriminál (1970)

El director de farmacia Souska (Vladimír Mensík) es un ciudadano honorable de la pequeña ciudad de Sedlolupy y va a ser elegido presidente del Comité Nacional local. Su sobrina Lidunka (Lucie Zulová) celebra su decimosexto cumpleaños y obliga a su amado tío a llevársela con él a Praga. En el famoso Café de la Ciudad Pequeña de Praga, la chica descubre que su tío tiene una amante en la ciudad y comienza a chantajearlo un poco. El tío Souska tiene que pasar la velada con ella en una discoteca con champán. A su regreso, ya entrada la noche, Lidunka intenta seducir al tío, pero él consigue resistirse y deja a la chica delante de su casa. La chica, un poco borracha, no quiere volver a casa todavía y acepta la invitación del aprendiz de Souska, Frantisek (Jirí Vondrácek), para mirar con él la Luna desde la ventana del ático. Aquí, Lidunka provoca a la joven para que le haga el amor. En casa, por su comportamiento, sugiere que fue violada.