Vivaldi

Venecia: principios de 1700. Antonio Vivaldi es una estrella en ascenso en el mundo de la música. Es un compositor brillante y un intérprete consumado. Sacerdote ordenado, conocido por su larga melena pelirroja, se le llama "Il Prete Rosso", el sacerdote rojo. Pero la mente de Vivaldi estaba más enfocada en la música que en la entrega masiva. La iglesia, sin saber muy bien qué hacer con él, lo nombra director musical de un orfanato de niñas. Las chicas son la progenie de los aristócratas locales y sus prostitutas. No tienen apellidos y no tienen mucho futuro. Reciben formación musical básica y dan conciertos para recaudar fondos para el orfanato. Con la llegada de Vivaldi las cosas cambian casi desde el primer día. Vivaldi inspira y nutre a las chicas con su pasión por la música. Se vuelve devoto de ellos y ellos de él. Con el tiempo, contra viento y marea increíbles, convierte a las chicas en una orquesta de clase mundial que toca en las grandes salas de conciertos de Venecia y, en última instancia, para el Papa. Sus conciertos están llenos a rebosar.