Cracker (2006)

Después de vivir en Australia durante la última década, Fitz y Judith regresan a Manchester en 2004 para la boda de su hija Katie. Bebiendo demasiado en la recepción, Fitz tropieza con un brindis incoherente, que solo avergüenza a la novia. En lugar de pasar tiempo con su nieta, hija de su hijo casado Mark, Fitz opta por unirse a la investigación de un asesino en serie que aparentemente siente aversión por los estadounidenses tras la invasión estadounidense de Irak.