Gabriel y Gato (2003)

En un caso catastrófico, el joven Gabriel pierde tanto a Gato, su automóvil controlado por radio, como a su novia. Ella piensa que es un niño, está obsesionado con Gato y no debería jugar con muñecas Barbie. Gabriel, decepcionado, arroja a un lado su controlador. Gato se aleja sin que Gabriel lo sepa. Perdió todo. Quince años después la novia de Gabriel lo abandona. La historia parece repetirse. Ella piensa que él no ha crecido y debería abandonar sus sueños infantiles. Gabriel sigue deslumbrado y sus pertenencias son arrojadas fuera de la casa. En la caja de 'Juguetes', encuentra su controlador Gato. ¿Los sueños también crecen?