Amor idiota (2004)

Pere-Lluc tiene cierta tendencia a reflexionar sobre su situación personal con ironía y escepticismo, aunque teñido de humor (a veces negro); Sus acciones son caóticas, excesivas, fuera de control: el resultado de la crisis que está atravesando. Una noche, mientras se dirigía a casa borracho, se golpea la cabeza con la escalera de aluminio que usa una chica para colgar pancartas de las farolas. Él cae al suelo y, un poco aturdido, queda hipnotizado por la niña. A medida que pasan los días, se obsesiona más y más con ella. Ella lo tortura. Somos testigos de la historia de su pasión atormentadora en sus esfuerzos por ganar su amor.