C'est pas moi, c'est l'autre (2004)

Un ladrón torpe llamado Vincent Papineau se apodera de una pintura barata durante un robo de rutina en Montreal. Revendiendo por un bocado de pan, se entera de que ocultaba 50 000 $ disimulados en su marco y que en realidad pertenecía a un tal Carlo, jefe de la Marseillaise Maffia. De hecho, el nombre de Carlo es el diminutivo de... Carlotta Luciani, experta en vendettas. Carlotta se lanza a la búsqueda de su cuadro, en compañía de Marius, su secuaz. La sonrisa casual de Vincent, disfrazado de sacerdote para escapar de sus fiscales, es advertido por dos policías que lo confunden con Claude Laurin, un colega de la "brigada" que todos creían de vacaciones. Consciente de que se destapará con el regreso del verdadero policía Claude Laurin al que usurpó la identidad, Vincent se aprovecha para elaborar un increíble plan con su amigo Dieudonné.