A Life Without Pain (2005)

La documentalista Melody Gilbert sigue la vida cotidiana de tres niñas: una niña de Minnesota de 3 años, una noruega de 7 años y una alemana de 10 años, que comparten una enfermedad extremadamente rara: la insensibilidad congénita al dolor. A pesar de parecer una posible bendición -los enfermos no pueden sentir cuando se queman las manos, se cortan los pies, incluso un hueso roto-, por lo que carecen de esa señal de advertencia por la que un dolor repentino nos alerta a los demás del peligro, haciéndonos retroceder. , soltar una sartén caliente o protegernos de otro daño. De esta manera, el dolor realmente nos protege, al funcionar como una señal de advertencia muy efectiva. Entonces, especialmente para los niños, la falta de esta señal se vuelve extremadamente peligrosa y requiere una protección constante absoluta y muchas lesiones empeoran al no alertar al niño para, por ejemplo, retirar la mano de una estufa caliente, etc.