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En 1976, una explosión masiva en la fábrica de productos químicos Icmesa en el Seveso italiano tuvo consecuencias devastadoras para las comunidades vecinas y su entorno. La matriz de Icmesa era Givaudan, que a su vez pertenecía a Hoffman La Roche, con sede en Basilea. Tras el accidente, el director técnico de Icmesa, Jorg Sambeth, fue acusado de no mantener las medidas de seguridad adecuadas. Durante sus investigaciones sobre la verdadera causa y los antecedentes de la catástrofe, Sambeth se topó con hechos que perjudicaban a quienes pagaban a sus abogados. Sin embargo, es condenado a cinco años de prisión. ¿Cómo debería asumir sus agravios con este conglomerado de empresas?