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Frente a un estadio lleno con más de 78,000 fanáticos presentes, los New York Jets estaban siendo derrotados 30-7 con solo 12 segundos restantes en el tercer cuarto. New York Jet Vinny Testaverde tuvo tres intercepciones, Curtis Martin también estuvo bajo control y la defensa Jet no pudo detener a los Dolphins. Meadowlands, una vez repleto, estaba casi vacío cuando los fanáticos se dirigieron hacia las puertas con una mirada vidriosa en sus rostros. Entonces sucedió. Los Jets se recuperaron de un déficit de 23 puntos al final de una de las mejores remontadas en la historia de la NFL.