Pinoy Sunday (2009)

El domingo es precioso. En las Pequeñas Filipinas de Taipei, pobladas, como ocurre con los trabajadores invitados que ponen semanas de seis días, el domingo no tiene precio. Las pequeñas diversiones del domingo, sus placeres simples, aumentan la ambición y rejuvenecen la aspiración de la bandera. La aspiración de mano de obra migratoria, el combustible, la economía global arde, debe mucho a los encantos particulares del domingo. El descubrimiento de un sofá abandonado, este domingo en particular, pone en movimiento esta historia. Los trabajadores filipinos invitados, Manuel y Dado, alzan el sofá y regresan a su dormitorio en las franjas industriales del interior de Taipei. Esta película de carretera más absurda es impulsada por el conflicto entre sus esperanzas irracionales y los demonios personales acechantes de la razón fría y dura. El domingo de Pinoy atraviesa a los protagonistas del tercer mundo rural a través de las calles y autopistas modernas de tráfico pesado, de ritmo rápido; hasta que la 'esperanza irracional' y 'los demonios del frío, la lógica' muta, y uno de ellos pronto es indistinguible del otro.