La maison haute (2005)

A través de un narrador en primera persona, imágenes y fotografías de archivo y una cámara contemporánea, Pavel Lounguine usa el rascacielos de Moscú donde creció como piedra de toque para mirar hacia atrás a Stalin y luego examinar la Rusia de hoy. Esta es la pirámide de Stalin, su inmortalidad. Visitamos a personas que han vivido allí durante 50 años, vemos sus pisos (algunos modernizados, otros en decadencia) y escuchamos sus historias: el hijo de un hombre de la KGB, un científico espacial retirado, el hijo de un escultor. un actor, costureras en una tienda de uniformes, un expatriado y dos artistas. Vemos un jardín de infancia y recordamos marchar; vemos desfiles y hablamos de vigilancia. El comentario es irónico: Putin surge como el heredero de Stalin.