La ayudante perfecta (2008)

El CEO David Wescott aprecia enormemente los esfuerzos de su asistente de oficina de confianza Rachel Parsons para ayudar en la casa de Wescott cuando pierde a su esposa, dejando a su hijo casi huérfano después de una enfermedad. Rachel no se detiene ante nada para parecer indispensable en ambas esferas, buscando la atención exclusiva de su jefe. Ella confía en que un viaje de negocios a Nueva York le brinda la oportunidad perfecta para que le proponga matrimonio, pero al darse cuenta de que ella planeó entrometerse en su intimidad, él la pone en su lugar, plantando la semilla de una venganza rencorosa en una cena corporativa.