Wierszalin (2007)

En la pequeña ciudad de Suprasl, en el noreste de Polonia, detrás de los muros de una casa normal que alguna vez fue la sede del Partido Comunista, descubrimos el teatro Wierszalin y su compañía. El cineasta italiano Francesco Carrozzini los descubrió en Nueva York, cuando vinieron a representar San Edipo, en una producción que combinaba sutilmente la tragedia griega con el libro de Thomas Mann El santo pecador. Muy impresionado, el joven cineasta persuadió al director, Piotr Tomaszczuk, para que lo dejara seguirlos de regreso a Polonia para hacer un documental sobre el desarrollo de una nueva obra, Nijinsky's God. Wierszalin nos lleva directamente al mundo del teatro cerrado en el que la compañía explora el arte, la espiritualidad y la sexualidad no solo a través del prisma del escenario y su actuación, sino también a través de la vida personal de los actores.