Hitler y Stalin, duelo por el poder (2009)

Ullrich Kasten establece paralelismos entre las trayectorias de los dos dictadores del siglo XX, que nunca se conocieron pero tenían en común su antisemitismo y una forma de paranoia. El director describe en particular el terrible juego de póquer del mentiroso que jugaron en la época del pacto germano-soviético. Así, cuando la Alemania nazi invadió la URSS el 22 de junio de 1941, Stalin se quedó estupefacto. Reaccionó con lentitud y dio órdenes contradictorias. Durante este tiempo, las tropas alemanas, endurecidas por varias guerras relámpago, triunfaron. El Führer ya se vio en Moscú, que dijo que quería arrasar y reemplazar con un enorme lago artificial. Luego, ante su fracaso, juró destruir Stalingrado. Esta terrible batalla será el punto de inflexión de la guerra.