Rosie (2009)

Al darse cuenta de lo segura, cómoda y, en última instancia, poco extraordinaria que se ha vuelto su vida, Rosie comienza a preguntarse cuándo se permitió renunciar a sus sueños e independencia. Aunque se da cuenta de que sus sueños de ser una superheroína cuando era niña eran ingenuos e irracionales, comienza a anhelar esa sensación eufórica de fuerza y ​​control. Rosie decide que sería mejor portarse mal y desconcertar a todos los que la rodean que seguir viviendo complacientemente como alguien que no puede ayudar con su propia situación. En una rápida secuencia de eventos, deja a su amante, renuncia a su trabajo de tutora, interrumpe la comunicación con sus amigos y decide quedarse en su auto. Al hacer esto, Rosie comienza a ver por qué los superhéroes