Lo más buscado
No se encontraron resultados
- Escribir un artículo
- Publicar debate
- Crear una lista
- Subir un video
Aidan está en casa después de la escuela. Aidan no puede ver la televisión. Se resigna al sofá, preparado para otro día aburrido, hasta que alguien llama a la puerta... Dicen que la televisión envenena la mente. Pero sin él, lo único que nos queda es nuestra imaginación. A medida que los acontecimientos suceden desde el punto de vista de Aidan, nos deja preguntándonos: ¿qué es más venenoso? ¿El mundo en pantalla o el que existe fuera de la caja?