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se aferran,como náufrago,a las paredes de una casa.Esto se está jugando en ciertos barrios donde la vivienda es lo único que posee la gente.Desde hace más de veinte años en Bari no se asignan nuevas viviendas sociales y tres mil familias están en lista de espera.Inevitablemente,ha estallado una guerra silenciosa entre los pobres,una guerra en la que los ocupantes ilegales sitiaron los alojamientos de cualquier persona lo suficientemente descuidada como para salir de casa durante unas horas de más,ya sea para visitar a un familiar o para asistir a una cita en el hospital.Los ocupantes ilegales se dirigen principalmente a las casas de personas mayores o solteras.Apostan por la base de que son familias numerosas y es difícil hacer que se vayan.La película relata las historias de cuatro personas cuyas acciones o iniciativas están dictadas por el miedo a perder su casa.Están constantemente buscando estrategias de supervivencia.Aunque estén en legítima posesión de sus casas,en la práctica son sus hogares los que los poseen.El hogar como prisión es la metáfora que corre paralela a la ambición cotidiana de tener "un techo sobre la cabeza"."Vivienda" revela la locura,grotesco calvario de la obsesión diaria por los problemas de vivienda.