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Otoño de 1918: Alemania pierde la Primera Guerra Mundial. Hay que cerrar la paz, pero ¿a qué precio? Estalla la revolución y comienza la lucha por el poder. "Qué mano no se marchitaría, y la que nos pone en tales grilletes", llama indignado el primer ministro Philipp Scheidemann. Mayo de 1919: Alemania perdió la guerra, hundió a su emperador y los aliados están dispuestos a invadir el Rin. Los "párrafos de la vergüenza" del tratado de paz, que imponen al Reich alemán, entre otros, toda culpa de guerra, numerosos retretes y reparaciones sin precedentes, dividen la influencia política y militar. La cuestión: ¿aceptar la oferta o bajar peleando? Con el finalmente el 28 de junio de 1919 en el Salón de los Espejos en Versalles bajo la firma del contrato, el tira y afloja de un mes ha terminado. ¿Fue un error la firma del tratado de paz? Al menos una es clara en retrospectiva: la "paz dictada" de Versalles y su instrumentalización ya llevaban el germen de una Segunda Guerra Mundial mucho más cruel en sí misma.