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Transformada por la violencia del mal momento, Haimanti levanta el tridente de la deidad regente de su padre sacerdote y lo sumerge en el torturador. Shakti prevalece sobre el mal una vez más. Pero hay un cambio en la forma en que la gente percibe a Devi. Entonces, mientras los tambores, las caracolas y las luces celebran la destrucción de Asura, un espectador dice: "¡Ella es una asesina!" "¡Ciertamente no!" contradice el senador "Si una mujer da el paso en defensa propia, no es un asesinato". Además, las definiciones de bueno y malo pueden cambiar con el tiempo, la definición de justicia no. "Todavía exige que el mal sea castigado y el virtuoso redimido", afirma Sen. "Esencialmente, Devipaksha se trata del poder dentro de cada mujer", explica Rituparna.