Historias que sólo existen al ser recordadas (2011)

Cada ciudadano de Jotuomba juega un papel integral en la vida del pueblo.Madalena es la encargada de hornear el pan;cada mañana apila sus panecillos mientras Antonio prepara el café.Los dos comparten un ritual matutino de discusiones e insultos, seguido de una taza de café amistosa en el banco frente a la tienda de Antonio.A mediodía suenan las campanas de la iglesia convocando a los vecinos a misa.Al anochecer, todos comparten una comida juntos.Y así transcurre la vida en Jotuomba, los días lánguidamente a la deriva unos en otros.Las únicas variaciones parecen estar en el clima.Un día llega Rita buscando un lugar donde quedarse.Llegó al pueblo mientras viajaba por el valle, siguiendo las vías del tren en desuso.Es fotógrafa y tiene la intención de capturar el encanto especial del pueblo.Inicialmente reticente, la gente del pueblo se abre gradualmente a ella, compartiendo sus historias y dejándose fotografiar.Rita se siente cómoda con las tecnologías antiguas y nuevas, y Madalena le enseña a amasar a la luz de una lámpara de aceite.Solo el cura del pueblo continúa encontrando preocupante la presencia de Rita, especialmente cuando comienza a preguntar sobre el cementerio cerrado.