Becul peticit sau autobiografia unei iluzii (2011)

Un experimento en el que los encuadres componen paulatina y rítmicamente, como los ladrillos de un muro, la estructura de un poema visual que recupera estados, pensamientos y emociones de un pasado real que es desviado por los recuerdos hacia una dimensión quimérica. Los rigores absurdos del pasado comunista se entremezclan etéreamente, diluyendo así su sustancia corrosiva a través de imágenes que extrañamente se desprenden de la realidad de aquellos años. Las experiencias del niño, el joven y el adulto, de hecho la personificación de la percepción de fase, se mezclan caóticamente, suspendidos en un mundo imaginario, apoyados sin embargo por elementos que no podrían ser más reales.