Boba Mukhosh (2012)

Un individuo esquizofrénico alucina sus propios deseos, sueños, aspiraciones y conciencias en forma de dama. El individuo (masculino) trata de extraer sus expectativas o consuelos de la personificación femenina. Pero al mismo tiempo, su conciencia culpable le asesta un golpe a través de las palabras de su dama imaginaria. Hay una batalla de ego, el ego masculino versus el ego femenino, el ego conductor versus el ego impulsado. No hay victoria, no hay derrota, todo se trata de una mera existencia (o la falta de ella). Como todas las alucinaciones, la dama se desvanece en el aire, solo con la esperanza de regresar nuevamente en una nueva manifestación, en un nuevo día. Queda un impulso... el impulso de librar una batalla contra la realidad, contra la sociedad, como el terrorista más desesperado, solo para buscar justicia, solo para vengarse de la realidad que le roba a un soñador su imaginación.