El Mundo de Melinda (2003)

El mundo de Melinda es muy pequeño. Sus adustos padres, miembros de una secta religiosa, prohíben la celebración de cumpleaños o días festivos. Melinda encuentra consuelo en cosas pequeñas: una telaraña plateada tejida, su caja de tesoros y una tarde robada en Silver Lake en su "día de días". A medida que avanza la película y el año, Melinda experimenta comodidades y dolores eternos. Un escritor famoso caído en desgracia y un profesor universitario asaltado, dos exiliados en la pequeña ciudad del medio oeste, rondan los límites de su vida protegida. Una camarera terrenal y afectuosa le presenta el blues y una bebida gaseosa llamada Cola-Cola. Recibe su primera atención exploratoria de un niño. La creciente tragedia destroza la inocencia de Melinda. Devastada, huye hacia la noche donde, recurriendo a su espíritu tenaz, finalmente triunfa.