Keirin shônin gyôjyôki (1963)

Un día de verano, muere el sacerdote del templo Hojuuin. Tan pronto como se entera de la noticia, Harumichi regresa a la ciudad y organiza un gran funeral. Nunca estuvo dispuesto a hacerse cargo del negocio familiar y había elegido una vida como profesor de secundaria, lejos de casa, pero dadas las circunstancias, cambia de opinión. Como nuevo jefe del Templo Hojuuin, Harumichi lucha, día tras día, por las donaciones como medio de subsistencia. Intenta llevar una existencia reglada, sin excesos, hasta el día en que pasa por una pista de carreras de bicicletas. El vibrante sonido del público te lleva a una nueva forma de vida.