Living Neverland (2013)

Cada arruga infundida en nuestra piel pinta un cuadro de nuestro pasado y las acciones de nuestro presente dirigen la forma de su futuro. Un ceño fruncido eventualmente se infundirá en la vejez y los modales que utilizamos formarán el corazón que los controla. Y a medida que estas arrugas se acumulan, comenzamos a olvidar los sueños que una vez plagaron nuestras mentes. La cultura popular refuerza esta conformidad a través de mensajes simples pero repetitivos, y aquellos que ven a través de ellos terminan siendo marginados por la sociedad. Nuestro camino se oscurece a medida que las hadas del mundo pierden el fuego que las impulsa. Porque si perdemos la capacidad de interpretar ejemplos no literales en la realidad de cómo funcionamos nosotros y todo lo que nos rodea, también infligiremos una opresión que podría obtener una percepción colectiva real. Y cuando los que han descubierto el polvo de hadas se unan, comenzará la revolución y los monstruos dorados que mantuvieron sus felices pensamientos recordarán cómo los trató cuando evolucionaron hacia su juez, jurado y verdugo. La humanidad necesita una madre, querida Wendy Lady.